El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Julio Crivelli, justificó hoy que a ese sector se lo declare en emergencia por la «crisis que sufre desde 2018», y reclamó que «la política no influya en la elección de las inversiones» que deben realizarse en obras públicas.

Según el dirigente, «estamos en crisis desde 2018, cuando se fue cortando la inversión. Y el sector está afectado por eso.

Cuando la economía cae, caemos mucho más rápido que el resto de la economía».

Para Crivelli, «al igual que hace 60 años, el Gobierno -cuando tiene una emergencia presupuestaria- lo primero que corta es la inversión.

Por eso tenemos un atraso en infraestructura y vivienda».

El empresario reclamó también que «la política no influya en la elección de las inversiones, sino que se hagan en un sentido de ampliar las estructuras».

La entidad empresaria consideró necesario declarar al sector «en emergencia» y propuso medidas para superar «la casi paralización y grave situación» del sector, que serán presentadas al próximo Gobierno.

Entre esas medidas, Crivelli destacó un plan para construir 40 mil viviendas: «no tendría un impacto presupuestario muy fuerte, pero sí un efecto dinamizador enorme en la economía», expresó.

Por ese motivo, recomendó «invertir muchísimo en infraestructura, que es la gran generadora de capital privado asociado, que a su vez genera empleo, el arma más poderosa contra la pobreza».

De acuerdo con las últimas estadísticas difundidas por el INDEC, la actividad de la construcción cayó 8,5% interanual en septiembre, y acumula trece meses consecutivos en retroceso.

En declaraciones radiales, el dirigente sostuvo que la Argentina «necesita desesperadamente empleo» y, en ese sentido, estimó que si se baja la presión impositiva sobre las empresas, éstas podrán «reinvertir y más generar trabajo».

Además, sostuvo que los problemas estructurales de la Argentina «tienen 70 años y nadie los resuelve. Este Gobierno tampoco pudo».

Por otra parte, consideró que el diálogo social que pretende impulsar el presidente electo Alberto Fernández «puede ser un instrumento interesante» para encontrar consensos, y dijo ser «optimista para que haya una mirada profunda a los problemas que nosotros planteamos» durante la próxima gestión nacional.