Las pymes están atravesando la crisis económica al filo de la cornisa y aseguran que no tienen margen de maniobra porque cada vez venden menos, por lo que piden a la AFIP revisar y mejorar abriendo para todos el plan de facilidades de pago de deudas impositivas.

Julián Moreno, vicepresidente primero de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), dijo a la agencia NA que el plan de facilidades de pago lanzado el 21 de agosto por el organismo recaudador dejó afuera a cientos de miles de pymes que habían entrado a planes previos con condiciones menos favorables.

El tributarista Marcelo Rodríguez explicó que la Resolución 4557 de AFIP dispuso un plan de pagos en hasta 120 cuotas que no permite regularizar deudas a los que tienen planes vigentes o para los cuales los planes han caducado desde el primero de agosto.

«Sí se pueden refinanciar los planes de pago de la Resolución 4.477 presentados hasta el 31 de agosto. Y se suspenden por 90 días las medidas cautelares. El plazo final del programa es el 31 de octubre», indicó el tributarista.

 Para Moreno, se trata de una «medida desesperada» que fue «sacada a las apuradas» sin considerar que las pymes «están al borde de la quiebra, porque cada vez venden menos» en una economía que está «paralizada desde hace dos años».

El dirigente pyme opinó que «hay que corregir» el plan de facilidades de pago que puso en marcha el gobierno tras perder en las elecciones primarias, para que todas las pymes endeudadas puedan ingresar, que se suprima la discriminación.

El gerente de una metalúrgica ubicada en el partido bonaerense de Tres de Febrero se quejó en diálogo con esta agencia porque la firma en la que trabaja ingresó en marzo a un plan de pagos clásico, mucho menos flexible y con tasas más altas, para afrontar obligaciones impositivas y de los recursos de la seguridad social, y ahora no puede ir a las 120 cuotas.

Es que las medidas de AFIP no permiten a los contribuyentes reformular sus planes de pago vigentes, lo que para el empresario bonaerense y Moreno representa un «castigo» para quien intentó mantenerse al día, aún a riesgo de ver afectado el desarrollo de su actividad.

Por ejemplo, dos pymes con una deuda de $100.000 mensuales de IVA por mayo y junio que fueron intimadas para pagar: una suscribió el único plan disponible en ese momento (3,5% mensual de interés y un máximo de 6 cuotas) mientras que la otra siguió en falta.

Hasta hoy, dice el metalúrgico, el primer contribuyente está obligado a afrontar seis cuotas de un valor promedio de $40.000 mientras que la otra pyme podrá optar por cancelar en 120 cuotas de $1.000 cada una con una tasa mucho más accesible.

«Realmente el organismo recaudador parece no buscar el alivio al empresario pequeño o mediano, que hace esfuerzos por cumplir, pagar y mantener las fuentes de trabajo. Pareciera colaborar más con con quien no paga, a la espera de moratorias», dijo.