El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, salió hoy al cruce del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por las críticas que le dedicó a su antecesora en el cargo, María Eugenia Vidal, y al respecto consideró que no fue «pertinente» que utilizara una conferencia de prensa nacional para comentarios políticos de esa naturaleza.

«A mí me pareció mal, no es que me molestaron, me pareció mal», insistió en declaraciones radiales cuando le consultaron sobre el episodio del sábado por la noche, cuando Kicillof habló en términos críticos sobre la herencia que recibió de Vidal en materia sanitaria.

Para Santilli, la ocasión ameritaba para «hablar para adelante» y no «para atrás» como hizo el gobernador en un tramo de su discurso.

«Estábamos en una conferencia donde nosotros estábamos hablando de lo que nos pasa como país, de una pandemia, donde ahora Sudamérica es la región que la OMS ha declarado como nuevo foco de pandemia y me parece que hablar para atrás no es lo que tenemos que hacer. Hay que hablar para adelante», afirmó.

Según dijo, los cuestionamientos de Kicillof no fueron «pertinentes» y «menos (tratándose) de una persona como María Eugenia Vidal que ha hecho un trabajo en la provincia de Buenos Aires en cuatro años que no se había hecho antes muchas veces». .

El funcionario porteño destacó como grandes logros en materia de política sanitaria la extensión del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) y la creación de servicios de atención primaria.

Santilli también marcó un matiz diferente respecto del presidente Alberto Fernández al sostener que está «convencido que la gente está angustiada» por la pandemia.

«Está angustiado el comerciante al que le cuesta llegar a fin de mes, el comerciante que tiene que pagar un sueldo, los profesionales, el autónomo, el cuentapropista y todos los ciudadanos, que tienen miedo de contagiarse la enfermedad», subrayó.

En la conferencia de prensa, Fernández había relativizado la angustia por razones económicas y había afirmado que «angustioso es que no te cuiden, angustioso es que el Estado te abandone».