Los obispos reunidos en la 118 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) afirmaron hoy que para «fortalecer la Nación» se debe trabajar contra la «corrupción», la «pobreza y la desigualdad», en el primer mensaje tras la victoria electoral de Alberto Fernández.

«En el inicio de un nuevo período de nuestra democracia, por la cual hemos optado de manera irreversible, queremos caminar con los argentinos para consolidarla cada día más», aseguró la Iglesia.

En un mensaje difundido en medio del plenario, que tiene lugar en Pilar y finaliza el próximo sábado con varios temas de debate, los prelados consideraron que «las mayores hipotecas del país siguen siendo la pobreza, la exclusión y la desigualdad».

La Iglesia también se refirió a la corrupción y evaluó que «no será posible un real fortalecimiento de la democracia sin una firme opción ética en los distintos niveles de la vida social».

«El delito de la corrupción nos tienta a todos de distintas maneras y no será posible un real fortalecimiento de nuestra democracia, sin una firme opción ética en los distintos niveles de la vida social, sin una real división de los poderes del Estado y una participación cotidiana y generosa de cada argentino», afirmaron los obispos.

El documento difundido este miércoles se titula «El fortalecimiento de nuestra Nación» y se conoce a diez días del triunfo electoral del candidato del Frente de Todos, que reemplazará a Mauricio Macri al frente del Poder Ejecutivo a partir del 10 de diciembre.

En el texto, los prelados pidieron «a Dios que ayude para que la senda democrática se traduzca en vida digna, desarrollo integral, trabajo para todos, acceso a la salud y educación de calidad».

«La Patria requiere de todos un renovado esfuerzo de diálogo sincero y búsqueda de consensos en orden a generar síntesis superadoras. La grandeza de nuestra dirigencia se manifestará en este intento si sabe incorporar también los esfuerzos y las búsquedas de los más pobres», expresaron en medio de la Asamblea, que comenzó el lunes en la Casa de Retiros «El Cenáculo».

Según entendieron, «la nueva cuestión social abarca tanto las situaciones de exclusión económica como las vidas humanas que no encuentran sentido y ya no pueden reconocer la belleza de la existencia».

«Como ciudadanos responsables estamos llamados a formar un pueblo que, más allá de las discrepancias, sostenga referencias estables que conformen un proyecto común. Esto supone un renovado esfuerzo por superar las distintas formas de violencia y por construir la amistad social», agregaron.