La Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) celebró hoy que el tratado de libre comercio entre Mercosur y la Unión Europea haya «incluido las medidas solicitadas para acompañar la adecuación del sector».

Para el vino en envases de hasta 5 litros se definió un plazo de 8 años para la implementación de la baja arancelaria y para los espumantes un plazo mayor además de establecer un precio mínimo para esta categoría.

Los detalles específicos se trabajarán en la semana en una reunión convocada por el Ministerio de Producción y Trabajo.

«El marco es auspicioso porque en la definición macro ya se contempla un período de adecuación de la cadena productiva y la industria de al menos 8 años para el vino y un plazo mayor para espumantes, con una definición de precio mínimo», señaló Coviar.

Coviar será el interlocutor para colaborar en el desarrollo de los puntos que hacen a la implementación.

El acuerdo incluye no solo lo arancelario, sino también definiciones sobre propiedad intelectual, prácticas enológicas, certificaciones, términos tradicionales y etiquetado.

Los gobiernos provinciales serán actores clave en el proceso que ahora comienza que requerirá de trabajo conjunto con el gobierno nacional.

«La cadena de valor vitivinícola no sólo es una fuente de trabajo, inversión y desarrollo para las provincias que la integran: es una embajada argentina para el mundo», señaló el director ejecutivo de Coviar, Carlos Fiochetta.

El acuerdo es positivo para los demás productos de la cadena vitivinícola.

Desde COVIAR se trabajó en la negociación por uva de mesa, pasa de uva, jugo concentrado de uva y vino a granel.

Si bien el detalle de la negociación por estos productos se conocería también en la reunión convocada por el Ministerio de Producción, en el caso de uva de mesa y pasa de uva la reducción de aranceles sería inmediata para ingresar a Europa.

Con alrededor de 800 millones de litros de consumo por año, la Argentina es uno de los diez principales consumidores de vino del mundo y el mayor consumidor de vinos de Latinoamérica.

Tanto la Unión Europea como el MERCOSUR son importantes mercados vitivinícolas.

En Argentina las exportaciones están gravadas con impuestos (retenciones) y el año pasado se redujeron los reintegros, la situación de la Unión Europea es diferente.

En el período 2009-2023, la Comunidad Europea tiene previsto destinar más de 17.000 millones de euros a la vitivinicultura a través de estos programas.

Sólo en 2018 el monto de ayuda para Italia, Francia y España fue de aproximadamente 300 millones de euros por país, según la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea.

De acuerdo con el informe del Observatorio Vitivinícola Argentino, la diferencia arancelaria es importante.

Los vinos fraccionados europeos tienen en Argentina un 20% de arancel (en Brasil 27%) Mientras que para los vinos fraccionados del MERCOSUR en UE tienen 4% de arancel.