La líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, le pidió a los argentinos que «dejen de quejarse» y aseguró que «en poco tiempo van a ver un crecimiento desde el interior a los grandes centros urbanos» por la liquidación de la cosecha y llamó a sostener una «fe seca» en el Gobierno de Mauricio Macri.

«¡Dejen de quejarse! Yo el otro día no podía pagar el mínimo de las tarjetas y vendí el auto, qué se yo. Total después se va a arreglar. Hay que callarse y dejar de quejarse porque estamos haciendo una nueva Argentina y no podemos ser como esos maridos que se quejan. Tenemos buena gente en los ministerios: hay algún imbécil, pero no hace daño. Bueno, sí hace daño pero lo vamos a dejar porque ya lo maté», señaló Carrió, haciendo alusión al titular de la cartera judicial, Germán Garavano.

En un discurso que pronunció en la localidad cordobesa de La Falda, donde estuvo para respaldar la candidatura a gobernador y diputado nacional de la UCR, Mario Negri, la ideóloga de Cambiemos afirmó: «Ésto es la fe seca, como cuando no aguantas más a tu marido pero seguís apostando al matrimonio. O cuando tenés un negocio y te estas fundiendo pero seguís confiando en que vas a salir adelante».

«Yo sé que estamos mal hoy, que hay bronca por muchas cosas. Yo sé que hay cosas que se están haciendo incorrectamente y yo estoy en la defensa de esas cosas. Pero nosotros estamos construyendo una Argentina competitiva: la Argentina del campo, la Argentina que produce, de la agroalimentaria y la metalmecánica», afirmó.

Según publicó el sitio de noticias locales La Estafeta Online, la chaqueña dijo que «si tres generaciones hacen una fiesta, hay una generación que paga».

«Lamentablemente, la clase media trabajadora argentina está pagando los costos de los robos permanentes de quienes gobernaron el país y también de los grandes empresarios que se hicieron multimillonarios con las coimas que pagaron», dijo.

Carrió denunció también que «los mismos grupos económicos que se beneficiaron antes están jugando contra la estabilidad del dólar» con el objetivo de «hacer caer» al Gobierno, pero advirtió: «Ya empezó a liquidarse la cosecha. La ciudad no vio aún lo producido del campo. Tenemos la mejor cosecha y seguimos dependiendo de lo mejor que somos».

«Creo que en poco tiempo van a ver un crecimiento desde el interior a los grandes centros urbanos, que son los que están padeciendo más por las restricciones al consumo. Estamos superando, sin la crisis brutal que hubo en las últimas décadas, el mayor robo de la historia del anterior Gobierno», dijo.

Además, la diputada se comprometió además a «garantizar que muchas medidas sean corregidas», aunque dijo que «es injusto que se hable tan mal» de Macri.

Al respecto, señaló que «más allá de sus formas, él tiene una decisión de llevarse puestos a los grandes monopolios de la Argentina que violan el sistema de competencia y la cadena de productos alimenticios».

En esta línea, Carrió pidió «paciencia y perseverancia», dijo que si los argentinos no apoyan a Cambiemos en octubre, el país queda «a mitad de camino».

«Hay cosas que no se pueden hacer porque se desbarranca todo, al menos hasta que pasen las elecciones y ya sepan que no pueden voltearnos», sostuvo.

«¡Un mandato más y se termina la historia de que sólo los mafiosos pueden gobernar el país!», dijo la diputada, quien insistió: «No estoy en campaña personal. Lo que menos quiero ser es senadora porque tiro una molotov y desaparece el Senado de la Nación. Y vicepresidente no puedo porque lo tumbo al Presidente a los dos días».