LA ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN DEL INDICE DE COMPETITIVIDAD DE CONINAGRO MUESTRA UN RETROCESO DEL 3,4%
- 2 abril, 2019
- 0
Las economías regionales experimentarán un año difícil en cuanto al financiamiento, sostiene el informe que acompaña la última actualización mensual del Índice de Competitividad de la entidad cooperativista Coninagro que muestra un retroceso del 3,4%. .
En el cuarto trimestre de 2018, el Índice de Competitividad Coninagro (IC) mostró un retroceso de 3,4% frente al mismo período de 2017, lo cual representa un deterioro en la competitividad multidimensional de las economías en el último tramo del año.
Por un lado, la necesidad es mayor dada la compleja situación de la cual parten los productores tras la sequía del año pasado y los bajos niveles de rentabilidad percibidos en un contexto de fuerte alza de costos y caída de la demanda interna.
En tanto, las altas tasas de interés y la volatilidad que muestra el mercado cambiario en un año electoral recortarían los incentivos para tomar deuda.
Al respecto, es esperable que el financiamiento para el sector continúe en retroceso, dada la permanencia de altas tasas de interés real durante gran parte del año, indica el reporte.
Una de las dimensiones que más contribuyó a esta dinámica sufrida por el IC fue la referida al Entorno Macroeconómico e Institucional, la cual experimentó una caída de 20,6 por ciento (interanual), sólo por detrás de la dimensión de Infraestructura (-30,2%).
Coninagro realizó la actualización mensual del IC, con datos aún de 2018; la primera de 2019 se presentará en mayo.
«En cuanto a los indicadores comprendidos en la dimensión Entorno Macroeconómico e Institucional, casi todas ellos mostraron caídas en el último trimestre del año», se dijo.
Entre los mismos se destaca el desempeño del poder adquisitivo (poder de compra de los salarios luego de quitar los efectos de la inflación), el cual mostró una reducción de 12,1% promedio en los territorios en que se desenvuelven las economías regionales, «siendo la contracción más profunda desde la crisis de 2001».
Esto fue consecuencia de la repentina aceleración de la inflación: los precios acumularon una suba de 12% en el último trimestre, según el relevamiento del IPC Ecolatina, frente a aumentos salariales previamente pactados en base a una inflación esperada menor a la que resultó ser efectivamente, manifestó el análisis.