La actriz, panelista y vedette Amalia «Yuyito» González descartó que en este momento de su vida pueda volver a realizar los trabajos que la catapultaron al éxito de la televisión argentina y afirmó que de esos comienzos «queda el afecto que se generó entonces».

Por Belén Canónico.

«Era otra época, otra sociedad. Hoy nos comunicamos de otra manera y yo soy alguien que se reinventa y se actualiza constantemente. No podría, ni quiero, imitarme a mí misma, la que fui en mis comienzos en la TV», indicó a NA «Yuyito» González.

Desde la adolescente oriunda de Caballito que se abrió paso en la televisión hace casi treinta años en La peluquería de Don Mateo -programa en el que recibió su apodo-; pasando por la femme fatal que impactó en el teatro de revista y protagonizó las portadas de los medios más importantes; a la que tuvo un despertar espiritual que la llevó a tomar nuevos rumbos, está claro que no le teme a los cambios ni a los riesgos.

Hoy despliega todas sus facetas en «El show del programa», el ciclo que conduce Claribel Medina en El Nueve, en el que aconseja a los participantes y disfruta el ritmo de la TV diaria.

«Para mí estar en un set de televisión es jugar. Me transporta a un estado paralelo a mi vida real y cotidiana», destacó.

El siguiente es el detalle de la entrevista:

NA: -¿Cómo atravesás esta etapa en los medios y cómo te llevás con este rol de «consejera»?.

AG: –Hago el personaje que me toca hacer y me gusta hacerlo.
No haría nada que sienta que lo padezco o me hace mal. El rol de «consejera» que tengo en el Show del Problema me divierte mucho, tiene sus matices más profundos y otros más superficiales. Voy por todos los climas, a veces soy muy comprensiva con los protagonistas del caso y otras más despiadada. Como sea, es una actuación, en mi vida real soy mucho más medida en los consejos que doy (se ríe).
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-Hace años decidiste dejar el rol de «chica sexy», ¿Costó que el medio te viera de otra manera? .

–Hace exactamente 17 años dejé ese rol. Principalmente lo dejé en mi ser interior, en ese tiempo comencé el rompimiento con esa identificación interna arraigada en lo sexual y físico y comencé a explorar mi mundo espiritual. El cambio interno me llevó a cambios también en otras áreas incluida la profesional, y el medio del espectáculo  lógicamente, no pudo asimilarlo inmediatamente. Pero con el paso del tiempo el medio y yo misma nos fuimos readaptando. La generación actual no sabe de esa «Yuyito», de pronto puede escuchar ese nombre ligado a lo que hago hoy en televisión o a noticias de actualidad pero el impacto de esa chica de los 80 y 90 está en la cabeza de padres, madres y abuelos.
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-¿Volverías a hacer algún trabajo como en tus comienzos?.

–No. De mis comienzos queda el afecto que se generó en esos momentos de altísimo rating de la televisión, del boom de la gráfica osada de los inicios de la democracia, de los teatros rebalsados de público…otra época, otra sociedad. Hoy nos comunicamos de otra manera y yo soy alguien que se reinventa y se actualiza constantemente. No podría, ni quiero, imitarme a mí misma, la que fui en mis comienzos en la tv.
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-Hace poco Karina Mazzocco contó que por mucho tiempo padeció su belleza, ¿Alguna vez sentiste lo mismo? ¿Cómo vivís el paso del tiempo?.

–Como todo en la vida, las experiencias son personales y todas respetables. En lo personal soy amante de la belleza, creo que todos la tenemos. La belleza está en la naturaleza, en el arte, en los niños, en los animales…todo tiene belleza y  nos hace bien a los sentidos. Pienso que lo que daña es la fijación en la estética física y sobre todo si ésta se centra en la conquista sexual, la competencia social y el deseo de la eterna juventud del cuerpo.

Por muchos años estuve atrapada en esos sentimientos y librarme de estos modelos ha sido parte de mi gran trabajo interior. El paso del tiempo me vuelve cada vez más consciente del valor que tiene para mí una buena calidad de vida.

-Siempre hacés hincapié en tu estilo de vida, enfocado en tu fe y tu bienestar, ¿Cómo es tu rutina?.

–Tengo un estilo de vida que podría llamar «consciente». Es decir, principalmente conecto con mi ser interior, yendo a lo práctico comienzo el día «conversando con Dios», lo que se conoce como orar y que fortalece mi fe. Preparo mi mente con meditación y lectura espiritual, hago ejercicio físico y así ya estoy lista para todo lo que traiga el día. Le doy mucha importancia a mi relación con los demás en cuanto a buscar la paz y la armonía, lo que requiere bastante enfoque. También tengo muy en cuenta la alimentación. Soy vegetariana hace dos décadas. Cuidar la mente y lo que uno deja entrar en ella; cuidar las palabras, los pensamientos… Tengo hábitos de vida saludables en general en todo pero no vinieron de la noche a la mañana, los fui construyendo día a día a lo largo de los años.
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-¿Cómo vivís el hecho de ser abuela de Josefina, la hija de Bárbara Coppola, y la maternidad con tus hijos ya grandes?.

–Con Josefina tenemos conexión desde que nos miramos por primera vez, desde que la tuve en brazos el día que nació. Es maravillosa y soy feliz estando con ella. Mis hijos, Bárbara, Stéfano y Brenda son geniales. Me transmiten experiencias de lo más variadas a través de todo lo que son y hacen… ¡Amo a mi familia!. Siento que estamos muy unidos y a la vez somos personas independientes, cada uno llevando adelante sus vidas de la forma que vamos eligiendo. Nos queremos, nos respetamos, colaboramos unos con otros y a la vez disfrutamos de nuestras libertades personales.
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-Al igual que con la serie de Maradona, el anuncio de la biopic de Guillermo Coppola hizo que su relación vuelva a estar en boca de todos, a pesar del tiempo que pasó ¿te molesta?.

–No me molesta, asumo que dentro de la historia de Guillermo nos volvimos importantes uno para el otro por el sentimiento que nos unió y principalmente porque tenemos a nuestra hija Bárbara.
Tal vez, sí, me incomoda un poco el tema de estar en las series como pasó con la de Maradona por tener que salir a «aclarar» situaciones…pero por ahora todo bien, tampoco sé si me mencionarán en la serie o no…veremos el año próximo. .
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-¿Qué opinás de que hayan elegido a Mónica Antonópulos para interpretarte? ¿Pusiste alguna exigencia como hizo Susana Giménez, que pidió que le contaran a qué actriz elegían y cómo la iban a vestir?.

–No tengo ninguna idea del contenido de la serie. Mónica Antonópulos es una gran actriz, muy bella y dulce. ¿Me va a interpretar? Como te decía, no sé nada de la serie. .
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-Por último, en medio de este boom de las biografías, ¿te gustaría llevar tu vida a la pantalla?.

–Hoy te digo que no…¡pero esperemos a que salga la de Coppola y capaz que me entusiasmo con la idea! (se ríe).