El saldo comercial en turismo mejoró notablemente como consecuencia de la devaluación del peso, con una merma de los viajes de argentinos al exterior y una mayor llegada de extranjeros al país, según un informe de economistas del Instituto Ieral de la Fundación Mediterránea.

«La corrección del desequilibrio externo se está produciendo a toda marcha. El tipo de cambio real bilateral con el dólar estadounidense es 65% superior al de 1997, y el multilateral se ubica 43% por encima del nivel de aquel año», indicaron.

Contra el real brasileño, «la mejora de competitividad es más acotada en relación a 1997 (7%), pero es un 68 % superior a la de 2015», consignaron los economistas Marcelo Capello, Marcos Cohen Arazi y Franco Vico.

De la comparación de precios efectuada por Ieral sobre 16 productos en 14 países, surge que en el 83% de los casos los bienes y servicios en turismo son más baratos en la Argentina medidos en dólares, cuando en 2017 este fenómeno ocurría en sólo el 39 % de los casos.

«Focalizando en la corrección del déficit externo motorizada por el sector turismo, se tiene que la cantidad de residentes en el país que viaja al exterior se redujo un 15,9% interanual en la medición a enero para el promedio móvil de seis meses», dijeron.

A su vez, «el arribo de no residentes al país aumenta a un ritmo de 13,3% interanual para el promedio móvil y al 25,7% para el último dato».

«Así, se redujo en un 55% interanual el saldo deficitario de la cuenta Viajes y otros pagos con tarjeta del balance cambiario del Banco Central (BCRA)», indicaron.

Marcelo Capello y Agustín Gugno, especialistas del Ieral, analizaron las cuentas fiscales y confirmaron que por «primera vez desde 2016 hubo superávit primario en el primer bimestre, pero el déficit cero del año todavía no está asegurado».

«La recaudación tributaria de enero-febrero se ubicó 2% por debajo de lo presupuesto, desvío que no resulta inquietante debido a la inercia recesiva del período analizado», añadieron.

Según indicaron, «la diferencia más importante se observó en los ingresos derivados de las retenciones, con una merma de 35% respecto de lo proyectado, siendo éste un elemento a monitorear».