El líder del ejército privado Wagner de Rusia confirmó este jueves que la tan esperada contraofensiva de Ucrania ya estaba en marcha y estaba logrando avances en las afueras de la ciudad oriental de Bakhmut, mientras que Kiev aclaró que su esfuerzo principal aún no había comenzado.

Las operaciones ucranianas fueron «desafortunadamente, parcialmente exitosas», escribió en redes sociales Yevgeny Prigozhin, cuya fuerza de mercenarios y convictos reclutados en prisión lideró la principal campaña militar de Rusia en Bakhmut, publicó la agencia de noticias Reuters.

Todo eso ocurría mientras que la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, llegó de visita a Kyiv para coordinar tareas con el ministerio del área ucraniano, según publicó el sitio Ukrinform.

«El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klymenko, está logrando excelentes resultados», publicó ella en un «tuit», mientras que se aprestaba a verificar «la cooperación de los agentes del orden, la prevención del contrabando de armas, el trabajo en la investigación de crímenes de guerra y el apoyo al desminado de los territorios donde ocurrieron las hostilidades».

«Todavía necesitamos un poco más de tiempo», contestó el presidente Volodímir Zelenski en una entrevista con las emisoras europeas publicada el jueves cuando fue consultado acerca de la anunciada contraofensiva.

Estimó entonces que si bien las fuerzas ucranianas ya recibieron suficiente equipo de los aliados occidentales para su campaña, aguardan «un complemento completo para reducir las bajas».

«Con (lo que tenemos) podemos seguir adelante y tener éxito.
Pero perderíamos a mucha gente. Creo que eso es inaceptable», apuntó. Prigozhin, una figura secreta que últimamente emitió comunicados diarios denunciando al comando ruso por no suministrar adecuadamente a sus combatientes, comentó que Zelenski estaba siendo «engañoso» y que la ofensiva ucraniana ya estaba en marcha.

Si bien las fuerzas de Prigozhin lucharon en el centro de la ciudad, Ucrania logró avances en sus flancos en áreas defendidas por tropas regulares rusas, algunas de las cuales han huido.

El Ministerio de Defensa ruso no comentó esos informes, pero en comentarios durante la noche, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, si bien reconoció que la guerra fue «muy difícil», afirmó enseguida que no tenía dudas de que Bakhmut «será capturada y se mantendrá bajo control».

Hemos logrado sacudir bastante la máquina de guerra ucraniana.
Porque la desmilitarización de Ucrania es otro objetivo importante de la operación», indicó Peskov a una televisora europea, resaltando que esta misión continuará.

«¿Por qué ha pasado un año y todavía queda tanto por hacer?», se preguntó el vocero, antes de responder que lo que comenzó como un conflicto entre Rusia y Ucrania fue seguido de la implicación, primero indirecta y luego directa, de los Estados Unidos y de otros miembros de la OTAN, que le proporcionan a Kiev armas, municiones, equipos bélicos y ayuda financiera.

Sobre las armas suministradas por Occidente, indicó que las hay tanto buenas como malas: «Tienen armas que no se ajustan a esas condiciones, tienen armas muy aterradoras, tienen armas de alta tecnología. Es por eso que lo estamos estudiando todo en el curso de la operación especial», aclaró.
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«No estamos librando una guerra».
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Peskov explicó el lento avance de las fuerzas rusas en el conflicto por el hecho de que no están llevando una guerra, sino una operación militar.

«Librar la guerra es otro asunto completamente diferente, es la destrucción completa de la infraestructura, la destrucción completa de las ciudades y así sucesivamente. Nosotros no hacemos eso. Estamos tratando de preservar la infraestructura y las vidas humanas», aclaró.

En lo que se refiere al régimen de Kiev, comentó que con su ataque de drones contra el Kremlin, Ucrania se ha «clasificado de facto como Estado patrocinador del terrorismo», de acuerdo con el tenor de un amplio reportaje que reproduce el sitio Actualidad RT.

En previsión de la contraofensiva ucraniana, Rusia reanudó los ataques aéreos sobre Ucrania en las últimas dos semanas después de una pausa de casi dos meses, según la interpretación de Reuters. .

Moscú asegura que Ucrania utilizó drones para atacar áreas ocupadas y territorio ruso cerca de la frontera.

Un funcionario occidental informó este jueves que Gran Bretaña suministró a Ucrania misiles de crucero de largo alcance Storm Shadow.

La CNN informó primero sobre la decisión y precisó que Gran Bretaña había recibido garantías del gobierno ucraniano de que estos misiles se usarían solo dentro del territorio soberano de Ucrania y no dentro de Rusia.

Algunos funcionarios ucranianos trataron de manejar las expectativas de su contraofensiva, advirtiendo que no se espere una repetición rápida de los grandes éxitos militares de Ucrania el año pasado, cuando hizo retroceder a las fuerzas rusas desde las afueras de Kiev y recuperó franjas de territorio ocupado en avances inesperados.

Rusia está decidida a defender la sexta parte del territorio de Ucrania que ocupó ocupado y que afirma haber anexado para siempre.