En una reunión de Gabinete que contó con la presencia del mandatario Alberto Fernández y que sirvió, entre otras cosas, para descomprimir la tensión en el elenco oficialista, el ministro de Economía, Sergio Massa, pidió cerrar filas y bajar el tono a la interna de manera tal de no entorpecer su campaña como precandidato presidencial de Unión por la Patria. 

Se trató de la primera reunión de Gabinete desde la oficialización de la fórmula que el líder del Frente Renovador compartirá con el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, quien se postula para vicepresidente.

«Basta de internas», fue el mensaje que Massa transmitió a sus pares, entre los cuales habían representantes del kirchnerismo y del albertismo, dos facciones que están enfrentadas casi desde hace por lo menos dos años.

La interna en el oficialismo no solamente puede hacer mella en la campaña de cara a las PASO del 13 de agosto sino también interferir en el desenvolvimiento de las negociaciones que el ministro de Economía está llevando adelante con el Fondo Monetario Internacional, así como también en la evolución de los mercados locales.

El cónclave del Gabinete se inició pasadas las 10 de la mañana en el salón Eva Perón de la Casa Rosada y duró por alrededor de una hora y media. .

Alberto Fernández recibió primero en su despacho a Massa, sumándose luego el jefe de Gabinete, con quienes se dirigió al encuentro con el resto de los ministros.

Según pudo reconstruir NA, hubo una arenga a la dupla que representará a Unión por la Patria en las PASO presidenciales, en las que deberá superar el primer obstáculo en el camino a la Casa Rosada que es la competencia que plantea la fórmula de Juan Grabois y Paula Abal Medina. Luego vendrá la preparación de la segunda etapa de la campaña.

En el encuentro estuvieron los ministros Eduardo «Wado» de Pedro (Interior), Kelly Olmos (Trabajo), Carla Vizzotti (Salud), Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), Ayelén Mazzina (Mujeres), Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología), Aníbal Fernández (Seguridad), Diego Giuliano (Transporte), Juan Cabandié (Ambiente), Matías Lammens (Turismo), Tristán Bauer (Cultura), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Santiago Cafiero (Cancillería), Jorge Taiana (Defensa) y Santiago Maggiotti (Desarrollo Territorial y Hábitat).

Sólo se ausentaron, por cuestiones de agenda de trabajo, Martín Soria (Justicia) y Jaime Perczyk (Educación).
La última cita del pleno de los ministros en la Casa Rosada había sido el 30 de noviembre del año pasado, hace casi siete meses, en una reunión que encabezó el entonces jefe de Gabinete Juan Manzur.

Aquel encuentro había tenido como eje el repudio a la sentencia contra Cristina Kirchner en el marco de la causa de Vialidad Nacional, que la condenó a seis años de prisión en suspenso e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos.

Más allá de la arenga al binomio que representará al oficialismo en las elecciones, la reunión de Gabinete tuvo una connotación de despedida y cierre de ciclo de la gestión de Alberto Fernández.

«Creímos oportuno hacer esta primera reunión porque estamos entrando en los últimos seis meses de nuestro gobierno. De verdad, les doy las gracias a cada uno de ustedes por el esfuerzo en cada una de las áreas donde les tocó estar», dijo el presidente con un dejo de nostalgia.

Más allá de la escenificación de armonía, la interna en el Frente de Todos sigue alborotada a juzgar por los últimos cruces.
Por ejemplo, el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, acusó al albertismo de «afanarle» una banca de diputado nacional a Daniel Scioli, al colocar en esa candidatura a Cafiero. .

Ayer, la senadora bonaerense kirchnerista Teresa García había dicho que tanto Cafiero como Tolosa Paz «no se merecen el cargo que van a ocupar».

En tanto, Cristina Kirchner había sido especialmente dura con la ministra de Desarrollo Social al insinuar que su precandidatura a gobernadora bonaerense, en realidad, no era genuina, sino que tenía como objetivo terminar negociando un cargo de diputada nacional.

También acusó a Alberto Fernández de «batir el parche» de las PASO y la «democratización del peronismo» para terminar vendiendo esa postura a cambio de lugares en las listas para Cafiero y Tolosa Paz.

Ésta última le respondió este miércoles a la vicepresidenta: «Cuando Cristina quiere dar palitos, más que palitos da palazos.
Y lo de ayer fue un palazo frontal. Lo sentí, pero no se puede negar la contundencia con la que ella hizo una lectura equivocada del rol en la construcción de la unidad».

«Querer negar mi trayectoria y ponernos en el simple lugar de que la discusión de las PASO cerraba con dos carguitos, es de muy mal gusto», fustigó la plantense, y agregó que no le «importa en absoluto lo que piense Cristina» de ella.

También Tolosa Paz habló de «destrato» de parte de la vicepresidenta hacia ella, y admitió que eso «será parte de un dolor» que no se le va a «borrar fácil».

«Voy a seguir al lado de la construcción política del peronismo a pesar de la enorme gestualidad de Cristina, que fue enorme por el daño que provoca que una mujer trate así a otra mujer», cerró.