El papa Francisco creó 21 nuevos cardenales, entre ellos el argentino Vicente Bokalic Iglic,  arzobispo de Santiago del Estero. 

El jefe la Iglesia realizó el anuncio este domingo al finalizar el rezo del Angelus y desde la ventana del Palacio Apostólico.

En una declaración durante el rezo del Angelus en el Vaticano, el Pontífice dijo que los nuevos cardenales «de la Iglesia vendrán de todo el mundo», de Irán a Indonesia, de Japón a Filipinas, de Costa de Marfil a Argelia, e incluso de Brasil e Italia.

Entre los elegidos se cuentan mayoritariamente obispos que provienen de las “periferias del mundo” como le gusta decir al Papa.

Además del argentino, hay un chileno, un brasileño, un peruano y un ecuatoriano. 

Los purpurados conformarán el cuerpo encargado de elegir al sucesor de Jorge Bergoglio, en el futuro.

La designación de Bokalic Iglic se produjo en el mismo año en que el Papa, en una «reparación histórica», devolvió a Santiago del Estero la condición de «sede primada» de la Iglesia Argentina, la cual desde 1936 ostentaba Buenos Aires. 

En enero pasado, además, Francisco declaró como la primera argentina santa a Mama Antula (María Antonia de Paz y Figueroa, 1730-1799), oriunda de la «Madre de Ciudades».

Además del argentino Bokalic Iglic, entre los nuevos purpurados se encuentran los italianos Roberto Repole, arzobispo de Turín, teólogo y uno de los miembros del Sínodo sobre la sinodalidad; monseñor Angelo Acerbi, nuncio apostólico no electoral, de 99 años; Baldassare Reina, obispo auxiliar de Roma, ex vicegerente y, actualmente, vicario general de la Diócesis de Roma; y el padre Fabio Baggio, subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio para el Desarrollo Humano Integral.

En la lista también figuran el brasileño Dom Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre; Carlos Gustavo Castillo, arzobispo de Lima; Luis Gerardo Cabrera (Ecuador), arzobispo de Guayaquil; Fernando Chomali Garib (Chile), arzobispo de Santiago.

Además, el líder de la Iglesia católica anunció a Tarcísio Isao Kikuchi, (Japón), arzobispo de Tokio; Pablo Virgilio Siongco David (Filipinas), obispo de Kalookan; Ladislav Nemet (Serbia), arzobispo de Belgrado; Ignace Bessi Dogbo (Costa de Marfil), arzobispo de Abiyán; Jean-Paul Vesco (Francia), arzobispo de Argel (Argelia); y Paskalis Bruno Syukur (Indonesia), obispo de Bogor.

Completan la selección, de acuerdo con The Vatican News, Dominique Joseph Mathieu (Bélgica), arzobispo de Teherán (Irán); Francis Leo (Canadá), arzobispo de Toronto; Rolandas Makrickas (Lituania), arcipreste coadjutor de la Basílica de Santa María la Mayor, Roma; Mykola Bychok (Ucrania), obispo de la Eparquía de los Santos Pedro y Pablo de Melbourne Ucranianos (Australia); Padre Timothy Radcliffe (Inglaterra), religioso dominico, teólogo; y George Jacob Koovakad (India), responsable de los viajes pontificios en la Secretaría de Estado del Vaticano.

Junto al anuncio de los nuevos cardenales el Papa también utilizó la ocasión para hacer un llamado para el alto al fuego en Medio Oriente.

“Mañana (por el lunes) se cumplirá un año del atentado terrorista contra el pueblo de Israel, al que renuevo mi cercanía. No olvidemos que todavía hay muchos rehenes en Gaza para los que pido su liberación inmediata”, expresó Francisco.

En el mismo sentido, advirtió que “desde aquel día, Medio Oriente se ha sumido en un sufrimiento cada vez mayor, con acciones militares destructivas que siguen afectando a la población palestina”.

«Esta población está sufriendo mucho en Gaza, son civiles inocentes, todas personas que deben recibir la ayuda humanitaria que necesitan”, señaló, mientras pidió   «un alto el fuego inmediato en todos los frentes, incluido el Líbano” .

«Unámonos con la fuerza del bien contra las tramas diabólicas de la guerra», convocó.