La Agencia Federal de Inteligencia (AFI), que conduce Cristina Caamaño, implementó por primera vez un régimen de retiro voluntario para sus espías, en el marco de las medidas para transparentar el organismo.

En la resolución que se conoció este miércoles, se estableció que los agentes que tengan una antigüedad a partir de los 10 años podrán acceder a un reconocimiento de cinco años adicionales.

En tanto, quienes no lleguen a esa cantidad de años tendrán una compensación indemnizatoria equivalente a un mes de sueldo por cada año trabajado.
Caamaño sostuvo que el presidente Alberto Fernández le pidió «que venga a ordenar y a transparentar» el organismo de inteligencia y a «sacarla de los sótanos de la democracia».

«Cuando el presidente Alberto Fernández me citó y me dijo que quería ponerme a cargo de la AFI, le pregunté cuál era el objetivo que él tenía, y era justamente transparentar este lugar. Y me dijo que si se podía ahorrar algo iba a ser para la campaña contra el hambre, que fue lo primero que anunció cuando asumió», sostuvo Caamaño.

La dirigente de la organización Justicia Legítima sostuvo que hasta al momento al frente de la AFI tomó decisiones como «blanquear los fondos reservados, y un cambio en el organigrama».

«Le di forma de ministerio, porque esa también es una manera de transparentar. Hice ingresar a la Sindicatura General de la Nación para que controle los gastos –obviamente no los reservados, pero ahora los reservados son menos, porque toda una parte está blanqueada-. Vi que había un despropósito en la cantidad de autos que teníamos, no necesitamos 210 autos. Hay más de 70 autos que se van a subastar. Hicimos un convenio con Aerolíneas Argentinas para que, cuando haya que viajar, se haga por la línea de Bandera», agregó.