Durante la época invernal aumenta la circulación de virus que causan enfermedades respiratorias como la gripe, la bronquitis, la faringitis o la neumonía, y también nos encontramos más tiempo en lugares cerrados y mal ventilados.

Por eso, para cuidarte y cuidar a quienes te rodean es importante:

Ventilar con frecuencia para evitar la concentración de virus y las intoxicaciones por monóxido de carbono.

Lavarse las manos con jabón regularmente o utilizar alcohol en gel.

Cubrir boca y nariz con el pliegue del codo al toser o estornudar.

No reunirse con otras personas ni compartir mate u objetos de uso personal al presentar síntomas respiratorios.

Completar los esquemas de vacunación de calendario y aplicarse las vacunas contra la gripe y el virus de la bronquiolitis, en caso que corresponda, en el vacunatorio más cercano.

Tomar antibióticos sólo cuando sean indicados por un/a profesional.

Mantener un contacto frecuente con aquellas personas que deban aislarse por presentar síntomas respiratorios, para ayudar a sostener su cuidado, bienestar emocional y evitar la soledad.

Además, para evitar la aparición de criaderos de mosquitos es fundamental descacharrar en hogares, lugares de trabajo y en el barrio, también durante el invierno.

La prevención del dengue y la fiebre chikungunya es todo el año.