Luego de anunciar que no asistiría personalmente a la asunción de Alberto Fernández al frente de la Casa Rosada, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, bajó a su vicepresidente, Hamilton Mourao, de la ceremonia del próximo 10 de diciembre y, en cambio, enviará a un ministro.

El cambio se da en medio de la serie de cortocircuitos que vienen marcando el vínculo entre el titular del Palacio del Planalto y el Presidente electo, incluso desde los tiempos previos a las elecciones primarias del 11 de agosto.

Tras lamentar el triunfo del Frente de Todos en los comicios, el líder del Partido Social Liberal anticipó días atrás que no iba a participar de la ceremonia de asunción de Alberto Fernández.

Luego, se informó que en su lugar asistiría el vicepresidente Mourao, algo que este miércoles se canceló y la vocera del Palacio del Planalto, Elane Cajazeira, confirmó que será un ministro quien representará a Brasil en los actos protocolares.

«El presidente de la República designará un ministro como su representante, después de que el Gobierno brasileño reciba la invitación a la ceremonia de asunción del nuevo Presidente de la Argentina», señaló la portavoz de Bolsonaro en declaraciones a Infobae.

De esta manera, el principal socio comercial de la Argentina estará representado por un integrante del Gabinete de ministros el próximo 10 de diciembre, a diferencia de la tradicional presencia de los mandatarios brasileños en las asunciones de los jefes de Estado argentinos.

En medio de ese escenario convulsionado, este miércoles Bolsonaro anunció a través de su cuenta de Twitter que tres empresas cerraban sus plantas en la Argentina para trasladarse a Brasil.

Luego de que las compañías negaran esa información, el presidente brasileño borró el mensaje.

El líder brasileño se refería a decisiones de la automotriz japonesa Honda, la fabricante francesa de cosméticos L’Oreal y la compañía de motores MWM.

Afirmó que sus conductores le habían comunicado los cierres de sus fábricas en la Argentina para instalarse en su país.

«Es un nuevo gesto de confianza de los inversores para generar más empleos y un mayor crecimiento económico», se jactó en su publicación.

En 2015, cuando Mauricio Macri se hizo cargo de la Casa Rosada contó con la presencia de Dilma Rousseff, así como también había estado en 2011 para el inicio del segundo mandato de Cristina Kirchner; por su parte, Luiz Inácio «Lula» Da Silva había viajado a Buenos Aires en 2007 para el acto en que comenzó su gestión la actual vicepresidenta electa.

En tanto, el 25 de mayo de 2003 el líder del Partido de los Trabajadores (PT) había asistido a la asunción de Néstor Kirchner.