Los abogados Rubén Pagliotto y Miguel Cullen, representantes del intendente de Paraná, Sergio Varisco, pidieron un exhorto al juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, para que envíen las desgrabaciones de una comunicación telefónica del operador judicial Marcelo D´Alessio que podría probar causa contra el jefe comunal por presunta vinculación con el narcotráfico fue «armada».

Los letrados del intendente radical advirtieron sobre serias irregularidades que «parecen orientadas a buscar un fin incriminatorio» contra el entrerriano.

Pagliotto y Cullen apuntaron a un tramo de la desgrabación de un diálogo entre D´Alessio y el empresario extorsionado Pedro Etchebest, que se publicó en el Centro de Información Judicial (CIJ).

En el diálogo, el operador judicial, definido por Pagliotto como «un oscuro personaje, falso abogado, que forma parte de un entramado dedicado a la extorsión de personas, la fabricación de causas y el plantado de drogas», afirmó que tenía que viajar a Paraná para hacer un operativo con un falso testigo arrepentido.

Los abogados conjeturan que esa operación dio como resultado las declaraciones de Luciana Lemos, que actuó como supuesta «arrepentida» e involucró a Varisco, a la funcionaria municipal Griselda Bordeira y a los concejales Pablo Hernández y Emanuel Gainza en una supuesta red de narcotráfico.

«¿Por qué otra causa podría haber querido viajar D´Alessio a Paraná sino ésta, que tiene implicancia política y social porque se mete nada más ni nada menos que al intendente de la capital provincial?», se preguntó Pagliotto.

Para el letrado, «la única causa que puede concitar el interés de un personaje extorsionador es la mal llamada causa de la narcoavioneta».

Cullen, en tanto, no dudó en calificar a toda la operatoria «como un acto destituyente contra el Gobierno municipal de Paraná y contra la figura de Sergio Varisco».

Los abogados recordaron que antes de que fuera detenida Bordeira, la mujer había denunciado en la Comisaría 6ª de la Policía de Entre Ríos que un falso trabajador del correo privado intentó interceptarla en su casa y que cuando el hombre se sintió descubierto huyó del lugar, corriendo hacia un auto que lo estaba esperando.

Ese vehículo era un Volkswagen Bora que había sido secuestrado por la Policía Federal de Paraná en el marco de una causa por narcotráfico.

En la hipótesis de los abogados, el falso trabajador del correo privado es un agente de la fuerza federal que habría tratado de sembrar pruebas contra Bordeira y para eso estaba averiguando datos de su vivienda particular.

La hipótesis se alimenta porque Bordeira vio a ese hombre en la custodia del entonces ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en una visita que había hecho por esos días a la capital entrerriana.

«Bordeira vio luego el Bora gris frente a la dependencia local de la Policía Federal y al hombre que la abordó en su vivienda entre los agentes de la fuerza de seguridad en la visita que hizo Triaca el 3 de mayo del año pasado», observaron.

Los letrados señalaron que algunos elementos que trascienden de la causa que se tramita en Dolores «vinculan a D´Alessio con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich» y señalaron que la funcionaria cuestionó con dureza a Varisco a través de Twitter cuando el intendente fue procesado.

«Quisieron voltear a Varisco pero se encontraron con un animal político muy difícil de voltear», resumió el abogado Cullen, quien afirmó que el jefe comunal recibió presiones de algunos funcionarios nacionales para que pida licencia o renuncie al cargo hasta que se aclare la situación.