Mediante un proyecto comunitario que realizó en la localidad de Villa Brana, Santiago del Estero, se busca garantizar agua segura destinada al consumo y saneamiento de los docentes y alumnos rurales.

Se trata de la inauguración de dos nuevas cisternas construidas por los vecinos en la Escuela N°693 de localidad de Villa Brana y así se dio por concluido el proyecto comunitario que comenzó en el 2016.

El proyecto fue motorizado por la Fundación Cargill y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Quimilí y constó de varias etapas.

Marcelo Torres, referente comunitario de la Fundación Cargill narró que «en un festejo del Día del Niño, en el paraje Las Tinajas, conocimos al director de la escuela de Villa Brana, quien nos contó la problemática con el agua ya que los alumnos desayunan y almuerzan en el lugar, además de docentes que viven allí».

1Z0-934Hasta aquel momento, la comunidad juntaba el agua de un canal, la decantaba y utilizaba para consumir y cocinar.

Es así como nace este proyecto, que articula la Fundación Cargill, en colaboración además del INTA con otros actores de la comunidad como Sed Cero, red de organizaciones

Especializada en la temática; productores agropecuarios y proveedores locales como Oscar Arrieta.

«Sed Cero asistió técnicamente para trabajar con la comunidad, proponer un plan de trabajo y articular con los distintos actores para llevar adelante la iniciativa», comentó Paula Juárez, responsable de Fundación Plurales y coordinadora de Sed Cero.

En una segunda etapa, se realizaron arreglos en techos de la escuela para captación agua lluvia, en la cisterna vigente (15.000 litros) y arreglos más instalación de canaletas y conexiones.

También se realizó una perforación a 60 metros para captar agua para los sanitarios.

1Z0-973En la etapa final, se realizó la construcción comunitaria de dos cisternas nuevas, que suman capacidad de almacenamiento de 32.000 litros de agua de lluvia.

Este trabajo fue realizado bajo la coordinación del técnico Walter Rodríguez de INTA Quimilí, quien aportó la tecnología de construcción de cisternas de placas, sistema económico y de fácil realización que sirvió no sólo como fuente de almacenamiento de agua para la escuela, sino también para la formación de mano de obra local de las personas que participaron.

Garantizar el acceso de agua a la comunidad educativa permitirá iniciar nuevas actividades, como el trabajo de la huerta y el arbolado del predio escolar.