POR CICOP

La falta de respuestas de las autoridades ante la grave crisis sanitaria en curso en la provincia de Buenos Aires resulta alarmante.

No les bastó con promover el presupuesto más bajo de la historia ni con profundizar las notables deficiencias de la etapa anterior. Como si todo fuera normal, la Gobernadora Vidal y el Ministro Scarsi se calzan los cascos y hacen campaña con nada. Insisten en sus discursos con el plan de refacciones en las guardias y el desarrollo del sistema de emergencias (SAME) como una panacea, desatendiendo una realidad que hace agua por todas partes.

A los incendios, apagones y caídas de ascensores, muestra flagrante de una crítica situación estructural, se suman las imposibilidades de completar los planteles hospitalarios y las innumerables guardias descubiertas, producto de una política que desdeña a la Salud Pública y que privilegia intereses contrapuestos. En la semana, a los problemas habituales se incorporó fuertemente la dificultad en el suministro de insumos, lo que obligó a suspender las cirugías programadas en el hospital Rossi de La Plata. El intento de desmentida ministerial en el transcurso del mismo día no hizo más que confirmar lo que estaba sucediendo en forma fehaciente.

En ese contexto, la falta de convocatoria paritaria para discutir salarios, condiciones laborales y funcionamiento del sistema es una fuerte contribución al malestar de lxs trabajadorxs. Luego del acuerdo parcial del mes de noviembre pasado, el Gobierno ha incumplido gran parte de los compromisos asumidos allí. La ausencia de llamado en diciembre para completar la cuestión salarial, seguir sin concretar las interinizaciones de lxs becarixs, sostener sin ejecución los acuerdos alcanzados en las condiciones de trabajo de lxs residentes, persistir en el no abordaje con voluntad de resolución de las problemáticas de infraestructura, violencia y previsional, sólo agregan sustrato al conflicto.

El Consejo Directivo Provincial reunido el viernes 15 definió promover debates, asambleas y acciones locales en las seccionales de cara a construir la fuerza necesaria para desarrollar un plan de acción que fortalezca nuestros reclamos. Con la perspectiva de una nueva convocatoria a Congreso de Delegadxs próximamente, se consideró indispensable trabajar para generar las mejores condiciones para ello. Mientras tanto, instar a discutir la realización de actividades seccionales que hagan público el colapso sanitario provincial y puedan expresar nuestras demandas fue el consenso acordado.

Por otra parte, se valoró positivamente el encuentro sostenido con lxs compañerxs de la AJB (Judiciales) durante la semana, con varias temáticas en común que serán el motor de las acciones conjuntas que podamos realizar en un futuro inmediato. A la vez, la decisión de llevar a cabo reuniones con todos los sectores sindicales del ámbito estatal que conforman usualmente el núcleo de conflictos a nivel provincial también ha sido un paso adelante. Promoveremos la unidad de acción con todos aquellos actores dispuestos a pelear por un Estado al servicio de la población, reivindicando las políticas sociales y condiciones dignas para lxs trabajadorxs.

Crisis económica, Inflación y Acciones sindicales

La situación nacional, con persistencia de malas condiciones para la mayoría de la población, mantiene niveles inflacionarios altos, con aumentos en artículos básicos y nuevos incrementos tarifarios en transportes y servicios, componiendo una degradación de la calidad de vida para los sectores medios y bajos. El INDEC publicó en la última semana una inflación del 3,8 % para el mes de febrero, conformando un valor interanual de más del 50 % y desmintiendo las expectativas difundidas desde el oficialismo respecto a una eventual baja. La elevación de las tasas de interés a niveles muy altos no compensa ni de cerca la suba de un dólar que no tiene freno.

En ese marco, las políticas sociales siguen quedando rezagadas en relación a las necesidades. Sin lugar preponderante en las agendas de gestión de los gobiernos, la Salud naufraga entre presupuestos misérrimos y políticas paupérrimas. Ante estas circunstancias, la perspectiva de acciones de las centrales sindicales para inicios del mes de abril deberá ser observada con atención. Aunque notablemente demoradas, medidas unificadas de los diversos espectros que componen el campo gremial siguen siendo una acuciante necesidad para el conjunto de lxs trabajadorxs. Se hace imprescindible deponer las visiones parciales y las especulaciones electorales en pos de manifestar que el ajuste en curso nos afecta seriamente a todxs.