El Gobierno cerró el 2018 con una ejecución presupuestaria que inclinó el gasto más para los pagos de la deuda externa y sus intereses, mientras que cayeron fuerte los recursos para los servicios sociales, según un estudio privado.

Las jurisdicciones más beneficiadas, en términos nominales, por la ampliación de partidas fueron los servicios de la deuda pública, con un 50% más en relación a lo previsto inicialmente-; obligaciones a cargo del Tesoro, con un alza del 108%; y en tercer lugar el ministerio de Trabajo, con aumento del 8%.

Esas tres jurisdicciones tuvieron ampliaciones presupuestarias por encima de los 100.000 millones de pesos y explican el 73% del total de las ampliaciones presupuestarias para la Adminsistración Pública Nacional (APN).

Según evaluó el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la devaluación generó mayor necesidad de pesos para afrontar los pagos de los servicios de la deuda y el pago de los subsidios a la energía, tanto de importaciones como de generación de energía eléctrica y producción local de gas natural.

El presupuesto debería representar el Plan de Gobierno y su ejecución ilustrar el avance del cumplimiento de objetivos, pero las variables económicas que lo sustentan se modificaron con el ritmo de la economía y la ejecución fue dispar.

El Presupuesto se amplío en 583.099 millones de pesos, un 20% por encima del votado por el Congreso y muy por debajo de la inflación de 2018 que alcanzó el 47,6% punta a punta o el 33,8% en promedio.

«Este dato da cuenta de la magnitud del ajuste del gasto acordado entre el gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI)», dijo el CEPA.

Los datos recientemente anunciados por el Ministro de Hacienda del sobre-cumplimiento de la meta del déficit con el FMI confirman el ajuste que se profundiza por la caída de la recaudación.
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–Impacto del ajuste–

A contramano del aumento del gasto para pagar la deuda, el ex ministerio de Salud redujo sus partidas presupuestarias en $3.430 millones, el 6% de su presupuesto total.

En relación a la participación en el gasto total, más del 40% del gasto es explicado por las erogaciones de la ANSeS, que se presupuestan en el ex Ministerio de Trabajo, y que pierden casi 5 puntos porcentuales entre el presupuesto inicial y el vigente.

El segundo gasto en importancia es el de los servicios de la deuda, que aumentó su participación en un 3,5% pasando del 14,1% al 17,6%.

Así, de los cinco puntos que se redujo el peso de los servicios sociales 3,5 fueron reorientados hacia el costo del endeudamiento.

También el ministerio de Educación perdió participación: casi un punto entre el sancionado y el vigente, pasando del 5,7% al 5% del total.

Los recursos destinados al Ministerio de Salud representaron el 1,5% del total de gastos del presupuesto vigente.

Si se los compara con los Servicios de Deuda, los montos destinados a Salud fueron el 9% del gasto vigente.

Asimismo, en Ciencia y Tecnología, los recursos representaron sólo el 3% en relación a Servicios de Deuda.