El ex ministro de Salud Ginés González García dijo hoy estar «re podrido» de la polémica en torno a la negociación del Gobierno con el laboratorio Pfizer y aseguró que hicieron «lo posible, lo imposible» y que llegaron a «ofrecer una cosa casi indigna, una firma de responsabilidad individual».

En diálogo con el programa «Crónica de una tarde anunciada» que conduce Nelson Castro por Radio Rivadavia, González García afirmó que durante las negociaciones sintió «que no tenían vacunas suficientes» y que le «corrían el arco» al Gobierno, tras lo cual agregó: «Posiblemente esté rompiendo la confidencialidad y me cueste algo. Pero estoy re podrido».

«Hicimos lo posible, lo imposible y hasta le llegamos a ofrecer una cosa casi indigna: que hubiera una firma de responsabilidad individual, de cada uno de los vacunados, diciendo que no iban a hacer ningún reclamo y nosotros, el Estado, trabajar con ellos para ver cómo los resarcíamos, y siempre nos dijeron que no», afirmó el ex ministro.

Y agregó: «Después terminamos negociando con ocho empresas, tuvimos una pluralidad absoluta de negociación. Nuestra primera pregunta con todos los laboratorio siempre era cuándo la terminan (de producir), cuántas dosis tienen y recién la tercera era cuál es el precio «.

Consultado sobre si sabía si a los demás países Pfizer también les exigió lo mismo que a la Argentina, el ex ministro respondió: «Yo no lo sé a eso, la confidencialidad (de los contratos) hace que la mayoría no cuente».

«(El presidente de Brasil, Jair) Bolsonaro dijo que las condiciones de Pfizer eran inaceptables, después no sé que pasó y aceptaron, pero igual no tienen las vacunas (pactadas). A los demás países siempre les entregó algo testimonial, evidentemente tienen problema de producción», siguió.

Por otro lado, negó versiones de que ese laboratorio estadounidense haya ofrecido durante las negociaciones con la Argentina 14 millones de vacunas a tres dólares cada dosis («cuando se habló del precio fue de 10 dólares», dijo) y que la caída de las conversaciones fue por un pedido del gobierno para la transferencia de tecnología para producirla en el país («nunca fue una variable central» en las tratativas, señaló).

E insistió en que «lo de que pedimos sobornos es demencial», en referencia los dichos de Patricia Bullrich sobre la negociación del Gobierno con Pfizer.

«Nunca terminamos de romper o insultar, siempre seguimos negociando (con Pfizer). Pero ellos pedían también prácticamente otra ley (a la que había votado el parlamento argentino) y nosotros pensamos cómo vamos a hacer otra ley si recién habíamos hecho una específica, era demasiado…», planteó.

En varios pasajes de la entrevista González García aludió a lo «difícil» de conseguir las vacunas en medio de la competencia que existe entre los distintos países para hacerse con ellas y de los problemas de los laboratorios para cumplir con la producción y entrega de lo pactado.
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Intenso cruce de declaraciones.
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«Con Moderna también negociamos, lo hicimos con el presidente del laboratorio, pero nos dijo que después del segundo semestre» de este año sería posible entregar algún cargamento, graficó.

El ex funcionario anticipó que «felizmente se viene de ahora en más un cuello de botella, que va a ser la capacidad de vacunación, porque viene una gran cantidad de vacunas», y agregó: «Atrasadas, si, pero un montón».

En otro tramo de la entrevista, González García mantuvo un intenso cruce con Castro en torno al escándalo de las vacunaciones de privilegio y al respecto, el ex funcionario aseguró que «no puede tipificarse ninguna clase de delito».

Mientras el periodista le dijo al ex ministro que «se trató de un bochorno» la vacunación de la que fueron objeto allegados al Poder y familiares con las primeras dosis que llegaron al país, González García le comentó que le había avisado al productor de la nota que no iba hablar del tema «por consejo de los abogados».

Al referirse al momento en el que aceptó que varios allegados al Gobierno se vacunaran, entre ellos el periodista Horacio Verbitsky, aseguró que la aceptó «entre los 50 asuntos que atendía por día» y no le pareció mal.

«No me pareció mal porque tiene 79 años y tampoco me pareció mal que un ex presidente como (Eduardo) Duhalde, de 80, se vacune», señaló al respecto.

Castro remarcó que el hecho «fue bochornoso, hubo mucha gente mayor que murió sin su vacuna».

«Usted tiene responsabilidad política en eso», le expresó.

También dijo que en otros países, como en Uruguay, «se pudo ver funcionarios haciendo la cola para vacunarse».

Además, se le espetó que el procurador del Tesoro de la Nación, Carlos Zannini, se vacunó como personal sanitario: «Hubo un millón de personas que se vacunaron así», dijo González García, que admitió fallas en el sistema.

No obstante, justificó la vacunación de dirigentes oficialistas al señalar: «Personal estratégico, es personal estratégico», y se negó a dar mayores explicaciones por consejo de sus abogados.

González García admitió que no renunció y no le gustó la forma en la que se produjo su salida del Gobierno: «El presidente (Alberto Fernández) está en derecho de elegir las formas, pero me hubiera gustado salir a defenderme y después renunciar. Me hubiera gustado seguir luchando con mi equipo en un momento muy difícil».