El presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires, José Alvarez, se quejó hoy de que los comerciantes del sector fueron «absorbiendo todos los incrementos» de servicios y materias primas, al justificar los aumentos en los productos.

«Los aumentos nos llegan a todos. Los panaderos fuimos absorbiendo todos los incrementos de electricidad, de gas, de materias primas, de alquileres. Pero llega un momento en el que no podemos amortiguar más», sostuvo el dirigente industrial.

Luego de que el precio del kilo de pan superara los 100 pesos en algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires debido a un nuevo aumento en el valor de la harina y al incremento de los costos de producción, Álvarez advirtió: «La Argentina consume 6 millones de toneladas de trigo para todo lo que sea farináceo (galletitas, pan, fideos y demás) pero estamos pagándolo mas caro que lo que vale en Chicago».

En diálogo con TN, el presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires dijo que esta situación de constante incremento de precios al consumidor seguirá ocurriendo si el Estado sigue sin intervenir como árbitro: «Si no hay un ente regulador… si la secretaria de Comercio no actúa».

En panaderías del barrio porteño de Palermo el kilo de figaza de manteca se ubica en los 120 pesos y el del pan tiene un precio de 90 pesos; mientras, en los barrios de la zona sur aún se encuentran precios de entre 80 y 95 pesos el kilo.

Además, señaló que por los permanentes aumentos de precios los consumidores han bajado drásticamente sus consumos y han cambiado sus hábitos de compra: «La gente entra a la panadería y no pide un kilo, pide pan por 30 pesos, por 40 pesos».

Este año, pese a las complicaciones climáticas, la campaña de granos finos finalizó con una recolección récord de trigo de 19 millones de toneladas, 7% o 1,25 millón de toneladas por encima del ciclo previo, y ahora se encamina a superar ese nivel.

Sin embargo, según datos de la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines (FAIPA) el precio de la bolsa de harina aumentó un 100% en lo que va de 2019, respecto del mismo período del año pasado, mientras que las panaderías subieron el pan entre un 15% y 17%.

Según Álvarez, la solución es que el Estado siente en una mesa de negociaciones a los integrantes de la cadena y negocie un «precio razonable» para la bolsa de harina, con la idea de establecer un valor más bajo para el precio del pan.

«Que llamen a los cuatro eslabones de la cadena. Se puede solucionar. Lo hicimos en 2002 cuando Aníbal Ibarra era jefe de Gobierno porteño: nos pusimos de acuerdo con los molineros y los productores. Estaba 1,80 pesos el kilo de pan», dijo.