Kevin Gamal y Axel Ezequiel Abraham Salomón, los jóvenes de religión musulmana que fueron detenidos durante veintidós días en noviembre pasado y luego resultaron sobreseídos, denunciaron que los «mancharon» con esa causa judicial y que el Estado los perjudicó.

«El Estado nos expuso ante los medios mostrando nuestro rostro y nombre: perdí mi trabajo, tiempo de estudio. Ponés mi nombre en Internet y salgo esposado al lado de la Federal, las armas de mi bisabuelo, títulos como `terrorista´ o `atentado´. Me mancharon…ninguna empresa me va a contratar. Estuve triste, angustiado e indignado de que mi propio país me haya hecho esto», lamentó Gamal.

En declaraciones al diario Página 12, los jóvenes señalaron que evalúan iniciar acciones legales por daños y perjuicios contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la DAIA, y contra el Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

«Somos argentinos con derechos, y el Gobierno no nos cuidó. A violadores o asesinos les tapan la cara, pero a nosotros nos pusieron en televisión a cara lavada. Es un Gobierno en el que lamentablemente uno vive con libertad condicional, hoy nos tocó a nosotros pero ayer fueron contra la pareja chilena y el equipo paquistaní de futsal, te toca por portación de cara, de nombre o de religión», señaló Axel.

El 13 de noviembre pasado los jóvenes fueron detenidos y pasaron 22 días presos por una denuncia realizada por la DAIA a partir de una información anónima.

Sobre la situación en la cárcel de Ezeiza indicaron: «La comida estaba podrida, el inodoro tapado y esa noche no dormí porque estaba convencido de que al otro día me iban a matar. El guardia dijo que estábamos en el pabellón más violento».

Los hermanos señalaron que los guardiacárceles les decían «bombita» y «terroristas» y al ingresar su madre se burlaban con la misma frase.

Axel evaluó que «pretendieron mostrar en la cumbre del G20 que es un país seguro y democrático, montados en la estigmatización que existe contra musulmanes».

En ese sentido, evaluaron que «los responsables son la DAIA, que hizo la denuncia pero la llamaron tres veces a ratificarla y no fue, y el Gobierno de Patricia Bullrich».

«Nunca pidieron disculpas, ni salieron a reconocer que se equivocaron con nosotros. Nos mancharon, nos arruinaron la vida, nos liberaron, nos sobreseyeron y piensan que con eso vamos a poder empezar de nuevo, como si nada hubiera pasado, pero no es así. Además están los estereotipos que existen desde hace décadas hacia nosotros, que somos tirabombas, ven una mujer con pañuelo y ya piensan en un atentado. No somos lo que la televisión dice que somos», agregaron.