La actividad económica bajó 1,3% en abril con relación a igual período de 2018 y arrojó su décimo tercer resultado mensual negativo consecutivo, informó el INDEC.

Entre enero y abril, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) acumuló un descenso del 4,6% respecto de igual período del 2018.

Con relación a marzo, el indicador desestacionalizado creció 0,8% y la tendencia-ciclo subió 0,1%, indicó el organismo.

El indicador acumula así trece meses consecutivos de caída y en mayo solo cinco de los dieciséis sectores que releva el INDEC mostraron crecimiento.

La producción de bienes y servicios mostró en la medición de mayo la menor caída de los últimos doce meses y una fuerte desaceleración respecto de los meses anteriores.

Desde septiembre del año pasado la economía venía cayendo a un promedio aproximado del 5% mensual y en mayo se desaceleró al 1,3% en la medición interanual.

El Ministerio de Hacienda destacó el crecimiento sin estacionalidad y sostuvo que en abril «se retomó la senda de crecimiento que se había iniciado en diciembre pasado, pero que se había visto desviado en marzo por un incremento transitorio en la volatilidad financiera».

Indicó que esa mejora es «producto de la recuperación del sector agropecuario y de menores caídas en la industria y la construcción, que habían sido muy afectados por la volatilidad financiera».

En la desaceleración de la caída impactaron fuertemente la actividad de la Ganadería y Agricultura, Caza y Silvicultura con un alza del 40,2% y de la Pesca que sumó un aumento interanual del 35%, contribuyendo ambas a aplacar el ritmo de caída.

El resto de los sectores que crecieron lo hicieron muy levemente, como la Enseñanza, que mejoró 1,3%, la administración pública un 0,2% y la explotación de minas y canteras con un alza del 0,4%, respecto de abril del 2018.

En el renglón negativo la mayor caída correspondió a la intermediación financiera, con 13%, y al consumo, con una baja del 11,6% en el comercio mayorista y minorista.

Le siguieron la industria manufacturera con una baja del 8,5%, el consumo de electricidad, gas y agua con un 6,1%, la construcción que se contrajo un 4,5%, los servicios comunitarios con un 3,4%, la actividad inmobiliaria con un 2,5 y la de hoteles y restaurantes que bajó 2,1% en forma interanual.