La exportación se adelanta nuevamente en las compras del trigo 2020-2021, al anotar el segundo mayor volumen para esta altura del año ante la falta de lluvias que amenaza el final de la siembra y los rindes.

Así lo destacaron hoy los economistas Bruno Ferrari y Emilce Terré de la Bolsa de Comercio de Rosario en un análisis.

«El panorama en el cultivo de trigo 2020-2021 no muestra signos de mejora respecto de la semana previa, con el inquietante déficit hídrico que aqueja principalmente a la zona centro y norte del país, en tanto que en el sur de la provincia de Buenos Aires sigue sobrando agua», sostuvieron.

También señalaron que respecto al avance en la comercialización del trigo, «con un 86% de grano vendido de la campaña 2019-2020 y restando solo 2,3 millones de toneladas disponibles para la compra de los sectores industrial y exportador, el foco de los participantes del mercado se encuentra en el cultivo a cosechar a partir de noviembre próximo».

En sintonía con las últimas campañas, la exportación ha comenzado a asegurarse el cereal del próximo ciclo comercial de forma anticipada: «Al cierre de julio ya han adquirido 3,6 millones de toneladas de trigo, lo que representa un 19% de la producción 2020-2021 proyectada», afirmaron.

«Ello indica que en términos históricos, las actuales compras sólo se encuentran por detrás de las 4,7 millones de toneladas compradas en la campaña 2018-2019 y superando marginalmente lo anotado en la 2019-2020», evaluaron.

Los altos guarismos registrados en la campaña 2018-2019 se sustentaron en el importante aumento de la cotización del cereal.

«Por otro lado, si se considera la modalidad de negociación del trigo, del conjunto de compras actuales tanto de la exportación como de la industria, el 26% aún resta por fijar precio, a diferencia del 34% obtenido el año previo», indicaron los especialistas.

No obstante, se está por encima del promedio de las últimas tres campañas que se sitúa en el 15%.

En cuanto a la evolución de los negocios de compra-venta de trigo en las últimas semanas, no se han podido mantener los volúmenes comercializados de comienzos de julio, con tonelajes que disminuyeron desde mediados del mes y se mantienen en igual sintonía para la primera semana de agosto.

Asimismo, a la par que «disminuye el volumen negociado destaca la participación creciente del cereal 2020-2021, siendo dicho segmento donde la exportación está centrando sus operaciones», añadieron.

Así en la última semana hasta el 5 de agosto la participación de los contratos de la nueva cosecha en el total alcanzó un pico del 79%, brindando indicios sobre la necesidad de cubrir posiciones y asegurarse la tenencia de la mercadería.