LA PULSEADA ENTRE LA TASA DE INTERÉS Y DÓLAR, UN CÍRCULO VICIOSO
- 13 mayo, 2019
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La economía argentina se encuentra en un peligroso círculo vicioso de altas tasas de interés y presiones cambiarias.
Así lo indicó el economista Gustavo Reyes del instituto Ieral de la Fundación Mediterránea en el editorial del Informe Coyuntural.
«La propia historia contemporánea de Argentina muestra que estos procesos son muy peligrosos y requieren un plan específico para que la economía retorne a la normalidad», evaluó.
También destacó que «el hecho que solamente resten pocos meses para las elecciones presidenciales es una enorme restricción para que el actual Gobierno corte definitivamente este proceso».
Analizó que «la profundización de la dureza en la política monetaria y la mayor disponibilidad de municiones para hacer frente a turbulencias cambiarias ayudan al Banco Central a crear un puente hasta que el próximo Gobierno pueda lanzar un plan específico que elimine el círculo vicioso en el que se encuentra actualmente la economía».
Reyes consignó que «la economía de Argentina ha tenido numerosos episodios en su historia contemporánea donde las tasas de interés también han tratado de calmar las presiones sobre el dólar».
«En algunos de estos casos, la economía terminó prácticamente explotando pero en otros, la explosión pudo ser evitada. Dentro del primer grupo, se encuentran los ejemplos de la salida de la Tablita de Martínez de Hoz, del final del Plan Primavera (terminó en hiperinflación) y del último año del Plan de Convertibilidad (que desembocó en un corralito y luego en una fuertísima devaluación)», resaltó.
Si bien en todos los casos se podrían encontrar importantes diferencias, la similitud es que en todos estos episodios, las mayores tasas calmaron al tipo de cambio solamente en forma temporal pero luego la economía terminó en una gran crisis.
«En los casos donde la explosión económica logró ser evitada, en todos ellos se produjo la implementación de algún plan específico que frenara el proceso. Ejemplos de estos planes que abortaron los colapsos pueden encontrarse tanto con sistemas cambiarios flexibles como rígidos», dijo.
Como ejemplo del primer caso puede citarse al denominado «Plan Bonex a fines del año 1989 que, con una drástica sustitución forzosa de bonos y plazos fijos produjo una fuerte contracción monetaria y cortó el círculo vicioso entre tasas de interés y presiones cambiarias».
Entre los planes con fijación cambiaria se destacan al menos dos: el Plan Austral (mediados de los 80´s) y el de Convertibilidad (principios de los 90´s).
Ambos casos presentaban una situación previa de tasas de interés y presiones cambiarias crecientes y en los dos, el lanzamiento del plan redujo fuertemente las expectativas de inflación y de esta forma cortó el círculo vicioso de presiones cambiarias y altas tasas de interés en forma casi inmediata, dijo.