La otrora poderosa cementera Loma Negra anunció finalmente el cierre de su planta ubicada en la localidad bonaerense de Barker, por lo que casi 140 empleados serán despedidos.

El final llega tras casi un mes de negociaciones con los representantes sindicales.

La empresa fundada por Alfredo Fortabat en 1926 y ahora en manos de la brasileña Camargo Correa, dijo que la planta quedó «obsoleta» y le cuesta $ 500 millones anuales.

La fábrica pasará a operar en un solo turno, con 24 empleados, de los cuales 17 serán los integrantes de la comisión gremial.

Según fuentes de la empresa, la filial de la Asociación Minera (AOMA) seccional Barker «rechazó mantener una operación de molienda y embolsado funcionando en tres medios turnos, que hubiese permitido asegurar la fuente de trabajo de 136 familias».

La compañía cuya mayor referente en los ´90 fue la fallecida heredera Amalia Lacroze de Fortabat, había ofrecido mantener una operación más reducida, y pagar indemnizaciones de entre 150% y 180% de lo que establece la Ley.

También mantener comodatos gratuitos de viviendas y tierras en la ciudad.

Pero tras varias audiencias entre las partes la negociación fracasó.

«La planta de Barker es muy antigua a nivel tecnológico y eso la tornó inviable», dijeron a NA fuentes de la compañía.

El crítico escenario económico terminó de derrumbar la operatividad de la planta, ya que el consumo de cemento cayó 7% en lo que va del año.

Loma Negra, cuyo grupo controlante viene siendo cuestionado por supuestos errores de management, había registrado una caída cercana al 50% en el 2018, fuertemente afectada por la devaluación.

Pero en el primer trimestre de este año, la principal cementera del país logró aumentar sus utilidades en un 3,5%.

Su proyecto más destacado es una fuerte inversión en el partido de Olavarría, donde prevé instalar una nueva línea de producción.

Esa inversión rondaría los US$ 350 millones, aunque la magra performance económica de la Argentina podría poner en duda finalmente esa cifra.