Las tres cámaras que agrupan a elaboradoras de bioetanol de maíz y de caña de azúcar le solicitaron al ministro de Economía, Martín Guzmán, una audiencia urgente para exponer la «situación terminal» de sus asociadas ante la falta de un ajuste en los precios, trascendió hoy.

Denunciaron la «dramática» situación que atraviesan las empresas y dijeron que se debe a la «ausencia de un precio que permita satisfacer los costos operativos, amortizaciones, impuestos y una rentabilidad razonable».

Apelaron a la «intervención urgente» del ministro para «evitar que la industria, nacida en el gobierno de Néstor Kirchner, sea ahora sepultada, a pesar de la rica realidad que representa en el interior de la Argentina desde el punto de vista ambiental, social y económico».

La nota, firmada por los titulares del Centro Azucarero Argentino, Jorge Feijóo; de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patricio Adam, y de la Cámara de Productores de Biocombustibles en Origen, José Porta, fue remitida con copia a los gobernadores de provincias productoras: Jujuy, Salta, Tucumán, Córdoba, San Luis y Santa Fe.

Los firmantes detallaron que el estado de la producción es consecuencia de «un proceso iniciado en octubre de 2017, cuando empezaron sucesivas revisiones de procedimiento para determinar el precio, siempre perjudicándolo, a lo que sobrevino el congelamiento desde diciembre de 2019 y el paupérrimo incremento del 10% otorgado en octubre pasado».

Las cámaras piden alcanzar una solución política y económica a la «encrucijada en la que se encuentra la autoridad de aplicación, al apartarse de la letra y el espíritu de una ley que, en apenas 15 años, captó cientos de millones de dólares en inversiones genuinas y produjo tantos beneficios al país».

El bioetanol evitó importaciones de naftas en 2019 por u$s 520 millones y la capacidad industrial instalada está en condiciones de sustituir importaciones por otros u$s 260 millones anuales, indicaron en el texto al que accedió la agencia NA.

Para mostrar el impacto devastador en las empresas, los ejecutivos advirtieron que mientras la variación acumulada del índice de precios mayorista entre abril de 2018 y noviembre de 2020 fue de 201% y el de la nafta súper de 144% (sin contar el último incremento), en el bioetanol de caña de azúcar solo fue del 103%.

Para el sector azucarero estimaron las pérdidas de este año en $ 3.741 millones, que surgen de la diferencia entre el precio que debió haberse fijado cada mes con la fórmula vigente y el que en realidad dispuso la autoridad.

En cuanto a la situación del bioetanol de maíz, señalan que «es peor, ya que ni siquiera tiene una fórmula de precio vigente».

El precio que surgiría de la última fórmula aplicada debería ser de $ 48,368 por litro, frente al valor oficial de $ 32,789.

«Este precio ni siquiera permite cubrir los costos variables», alertó el sector azucarero.

El maíz aumentó 72,5% desde noviembre (mes de inicio del congelamiento de precio), mientras el bioetanol producido a partir de ese cereal solo aumentó 10%.

«Las consecuencias son previsibles: paradas de planta, suspensión de personal, quebrantos generalizados y una creciente judicialización de la crisis», alertaron.

Las cámaras recordaron que el 27 de noviembre último hicieron una propuesta para resolver el problema del precio dentro del marco jurídico vigente, pero dijeron que «lamentablemente a la fecha no hemos tenido eco alguno».