El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, afirmó hoy que «probablemente esta semana» el Gobierno extenderá a Cristina Kirchner la convocatoria al diálogo que plantea con la intención de acordar diez puntos para garantizar la estabilidad política, tras haber dejado afuera a la ex presidenta en un principio.

En las próximas horas, la Casa Rosada también formalizará la invitación al acuerdo de los «puntos básicos» a todos los precandidatos presidenciales (ya se contactaron con Daniel Scioli); a todos los gobernadores; a la Iglesia católica y la evangélica; las cámaras empresarias más importantes y a la CGT.

«Como dijimos, la convocatoria no tiene que excluir a nadie.

Cristina Kirchner representa a un sector del electorado y es importante que forme parte. Lo haremos probablemente esta semana», afirmó Frigerio.

La inclusión de la ex mandataria en esa eventual mesa había sido un reclamo de varios representantes de la oposición convocados por la Casa Rosada, aunque se percibe que Cristina Kirchner no aceptaría participar luego de que dirigentes más «dialoguistas» con el macrismo, como Sergio Massa y Roberto Lavagna, rechazaran la propuesta.

Hasta el momento, la convocatoria al acuerdo para garantizar estabilidad de cara a la campaña electoral sólo obtuvo algo de eco en otros dos referentes del espacio peronista Alternativa Federal, Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey.

En declaraciones a la radio La Red, Frigerio adelantó que el Gobierno buscará contactar a la ex presidenta «a título personal o a través de uno de los miembros importantes de este espacio».

Por otra parte, el ministro del Interior minimizó las respuestas negativas de Massa y Lavagna ante la convocatoria y afirmó que el Gobierno «todavía no se sentó a conversar», y aclaró que se intentó trabajar en el acuerdo) «sin que tomara estado público», pero «lamentablemente se filtró».

Para Frigerio, «esto no es un contrato de adhesión, es el inicio de una conversación para llegar a acuerdos básicos como tienen muchos países de la región, que han podido resolver problemas que la Argentina todavía no ha podido resolver».

«Estamos convencidos de que tenemos la capacidad de hacerlo», sostuvo Frigerio, quien de todos modos reconoció que «las cosas tienen su período de maduración».

En tanto, su par de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, aseguró que el diálogo al que convocó para acordar «sobre diez puntos básicos de previsibilidad» es «abierto a todos los sectores de la sociedad», y agregó: «En este año electoral, me parece que es importante saber qué cosas están fuera de discusión para, a partir de ahí, crear una base».

Durante una conferencia de prensa que brindó junto a su par de Desarrollo Social, Carolina Stanley, tras una reunión de Gabinete, el canciller consideró que «ahora vendrán las respuestas de aquellos dirigentes que recibieron las invitaciones y luego se verá de qué forma se instrumentará» el diálogo.

Y resaltó que «el Gobierno ha puesto a consideración sus diez puntos», pero que «incluso alguno» de los dirigentes que participe del diálogo «podría agregar alguno propio».

En tanto, este lunes el gobernador peronista chaqueño, Domingo Peppo, advirtió que «el llamado al acuerdo nacional llega tarde» porque a su juicio «ahora lo tiene que hacer el nuevo gobierno» que surja de las elecciones nacionales.

De todos modos, evaluó: «Es un poco tarde, pero nunca es tarde. Falta el punto cero, el compromiso de que quien sea presidente a partir del 10 de diciembre debe llevarlo a cabo».

Los puntos que negociará el Gobierno con la oposición son:

Lograr y mantener el equilibrio fiscal; sostener un Banco Central independiente, que combata la inflación hasta llevarla a valores similares al de países vecinos; mayor integración al mundo, promoviendo el crecimiento sostenido de nuestras exportaciones».

También el «respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos con el fin de consolidar la seguridad jurídica; creación de empleo a través de una legislación laboral moderna; reducción de la carga impositiva, a nivel nacional, provincial y municipal y enfocado en los impuestos más distorsivos; y consolidación de un sistema previsional sostenible y equitativo».

Los diez puntos se completan con la «consolidación de un sistema federal, basado en reglas claras, que permitan el desarrollo de las provincias y que impidan que el Gobierno nacional ejerza una discrecionalidad destinada al disciplinamiento político; asegurar un sistema de estadísticas transparente, confiable y elaborado en forma profesional e independiente; y cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores».