Acabar con el actual consumismo insostenible, recuperar la biodiversidad que estamos perdiendo a pasos agigantados y afrontar de una vez el cambio climático son las tres prioridades que la Vicesecretaria General de la ONU considera imprescindibles para salvar nuestro planeta, del que advirtió se encuentra en un punto de inflexión sin precedentes.

Pérdida de la biodiversidad

También vinculada a nuestros hábitos de consumo y producción insostenibles está la pérdida de la biodiversidad.

“Nuestro uso de la tierra y los recursos para alimentar nuestra economía conduce a la destrucción de ecosistemas y hábitats vitales”, aseguró la vicesecretaria general de la ONU.

En un informe publicado recientemente , se observa que la extracción y el procesamiento de los recursos amenaza gravemente la biodiversidad. Además, desde 1970, la extensión de los humedales en Europa y Asia Central ha disminuido en un 50%. Alrededor del 40% de la tierra en Asia occidental está en riesgo de desertificación.

El impacto potencial en la salud, la economía y la sociedad de la pérdida continua de biodiversidad es tremendo. Por ejemplo, el valor económico que genera la naturaleza en las Américas se estima en aproximadamente 24,3 billones de dólares anuales.

Pero también en esta área existen ejemplos de medidas que pueden revertir la situación: En la India, un grupo de mujeres agricultoras está trabajando para conservar los cultivos tradicionales utilizando bancos de semillas y prácticas agrícolas tradicionales. De hecho, las mujeres son uno de los grandes impulsos que necesita el medio ambiente.

Cambio Climático

Otro de los grandes enemigos es el cambio climático que amenaza nuestra salud, nuestros ecosistemas naturales, nuestra agricultura, nuestras economías, nuestra salud y nuestra seguridad.

“El cambio climático también está vinculado a nuestros hábitos insostenibles de consumo y producción. Supimos esta semana que el 53% de las emisiones son causadas por la extracción y el procesamiento de recursos. El año pasado, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático dijo que solo tenemos 12 años para cambiar de rumbo. De lo contrario soportaremos consecuencias irreversibles”, afirmó Mohamed.

Para hacer frente a este inmenso desafío recordó que el Secretario General, António Guterres, ha convocado una reunión de líderes mundiales que tendrá lugar en septiembre de este año en Nueva York, “no para que vengan con discursos sino con un plan”, ya que el Acuerdo de París no es suciente para detener el cambio climático.

Y añadió: “Un plan para reducir las emisiones en un 45% durante la próxima década y alcanzar la meta de cero emisiones netas en 2050. Un plan para descarbonizar la electricidad y finalmente construir infraestructuras y ciudades más sostenibles. Un plan para crear no solo empleos verdessino empleos verdes decentes. Un plan lo suficientemente ambicioso y lo suficientemente creíble para convencer a todas las personas que salen a las calles de que se los toma en serio”.

También aquí y en todo el mundo ya se están desarrollando muchas soluciones innovadoras. En Nigeria, las nuevas mini redes eléctricas piloto en cinco estados están permitiendo que las aldeas se conecten a electricidad confiable y sin carbono.

“La Cumbre será un momento de ambición global y multilateralismo inclusivo”, prometió la vicesecretaria general.

Miles de millones para reforestar África

En la Cumbre One Planet, la comunidad internacional ha ofrecido miles de millones de dólares para ayudar a reforestar y conservar los bosques de África. En total, 27 países africanos se han comprometido a recuperar 100 millones de hectáreas de ecosistemas degradados, en un área del tamaño de Egipto.

África se lleva la peor parte del cambio climático, pero es el continente que menos contribuye a este fenómeno.

“De lo que se trata hoy es de asegurarnos de que a medida que crecemos en África no terminemos contribuyendo al cambio climático, que tenemos la oportunidad de crecer hacia el verde y no hacia el marrón”, declaró Mohamed, que agradeció el anuncio del Banco Mundial que destinará 22.500 millones de dólares a adaptación y mitigación del cambio climático en África.