La diputada Elisa Carrió consideró que en las próximas elecciones nacionales los argentinos «nos jugamos la historia» y buscó minimizar los problemas del país al señalar que si los miembros del Gobierno anterior «se robaron tres generaciones, hay una que se la tiene que bancar».

«Por primera vez desde la época de Marcelo T. de Alvear logramos que un presidente que no es del PJ termine su mandato y lo estamos logrando con el sacrificio de mucha gente. Estamos recuperando la República», destacó la líder de la Coalición Cívica.

Al participar del programa de Mirtha Legrand, la referente del oficialismo resaltó que ha «encontrado en el presidente (Mauricio Macri) a una persona que no quiere ser cómplice (de la corrupción) y que ha entregado a su familia».

«Su primo más querido es (el empresario Ángelo) Calcaterra, y sin embargo, va a estar condenado. (El presidente de Boca y dirigente radical, Daniel) Angelici tiene muchísimo menos poder que antes. Hay una decisión del Presidente de romper con las corporaciones», precisó al respecto.

En este sentido, Carrió aseguró que «no hay dádivas» en el Gobierno y advirtió que «si las hay», ella las va a denunciar, al tiempo que detalló que actualmente está «investigando permanentemente el área de energía».

Por otra parte, la diputada sostuvo que «parte del PJ» trabajó «desde mayo del año pasado hasta enero de este año» para que la Coalición Cívica rompiera su alianza con Cambiemos.

«Tuve un enviado del kirchnerismo, que me conoce mucho y yo lo quiero mucho, que me dijo: «¿Lilita, vos vas a romper?». Pero estaba en realidad mandado por (el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio) Monzó», agregó, sin dar nombres.

Además, la dirigente política se refirió a su relación con el falso abogado Marcelo D Alessio, investigado por presunta extorsión y espionaje ilegal: «Andrés D Alessio fue uno de los jueces que juzgó a las Juntas militares, Andrés es amigo mío hace 30 años. ¿Cómo no voy a atender al hijo de un íntimo amigo mío?», explicó Carrió.

Entre otras cosas, la diputada explicó que el sospechoso le «dijo que era el sobrino» del magistrado y que ella lo mandó a hablar con el resto de las integrantes de su bloque en el Congreso.

«La culpable de que esté metida Paula (Oliveto), soy yo. Paula no tiene nada que ver. Y (Mariana) Zuvic, tampoco», aseguró.