La titular de Aysa, Malena Galmarini, aseguró hoy que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es «responsable» por la falta de agua en la Villa 31 de Retiro, y advirtió que «tiene una diferencia abismal de prioridades» porque «nunca» antepuso los empalmes de agua en esa zona de la Ciudad.

«Tiene una diferencia abismal de prioridades. Nos juntamos muchas veces con los equipos del Gobierno de la ciudad y nunca fue prioridad los empalmes de la Villa 31. Pero sí se habló del colector bajo Costanera, que es para que se puedan terminar los edificios que ellos están haciendo con sus empresas amigas», enfatizó Galmarini.

No obstante, la titular de Aysa afirmó que «hay que seguir trabajando en conjunto», pero resaltó: «Lo que no se puede es ser hipócrita y agradecer en privado y después putear en público. No es como a mí me enseñaron a hacer política, que es que hay que gestionar».

Respecto a la relación entre el Gobierno nacional y las autoridades porteñas, manifestó: «No creo que haya nada roto, ni que haya nada que arreglar. Es una relación interjurisdiccional que hay que sostener, sobre todo cuando estamos en pandemia».

«Lo único que no se puede hacer es lo que hizo el Gobierno de la Ciudad estos 10 días, que es tirarle la culpa a otro. Lo que hay que hacer es hacerse responsable de los problemas», destacó.
Galmarini afirmó que la falta de agua en la Villa 31 es «responsabilidad del Gobierno de la Ciudad», y precisó: «Hace muchos años, el entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri firmó un convenio con Aysa, donde decía que ellos se hacían cargo de las redes internas, no solamente de la villa 31 sino también de otros barrios de la Capital».

En ese sentido, indicó que el convenio con Aysa se firmó «hace 10 años aproximadamente», y amplió: «Cuando Macri llegó al Gobierno de la Ciudad diciendo, entre otras cosas, que iba a reurbanizar y relocalizar el Barrio 31, se hizo cargo también de la red interna hasta que esto fuera así».

«Lejos está ni de relocalizar, reurbanizar, ni nada el Barrio 31. Además, no se hicieron cargo del agua», apuntó la titular de Aysa.

Respecto de la obra para realizar las conexiones de la red interna del barrio, detalló que «es una obra de no más de $50 millones», que «para un barrio donde le pusieron 1.000 millones de dólares a través del Banco Mundial, es nada».

«Empujamos al equipo del Gobierno de la Ciudad para que hiciera todo lo que tenia que hacer. Ayer, casi como una ironía del destino, desde Aysa pudimos abrir las válvulas porque terminaron los empalmes», describió Malena, al hacer referencia al fallecimiento de Ramona Medina, una vecina de la Villa 31 que denunciaba la falta de agua.

Además, dijo que le «gustaría que en vez de salir a tirar la pelota para otro lado se hagan cargo de que no hicieron la obra», y pidió que desde el Gobierno porteño «expliquen por qué no tenían ni siquiera la intención de hacer la obra», dado que el frente de obra estaba «cerrado».

«Lo que está mal es que el Gobierno de la Ciudad no se haga cargo de lo que dice que se va a hacer cargo, y después intente sacarse la responsabilidad de encima», cuestionó.

Por último, agregó: «Una obra que tendría que haber terminado el año pasado, que podrían haber terminado en enero, que me dijeron que tardaba 40 días pero finalmente tardaron menos de 10 días ¿para qué tanto dolor? Que alguien me lo explique».