El auditor general de la Nación, Oscar Lamberto, se quejó hoy de que «en casi tres años» en el cargo «nunca» tuvo que realizar una denuncia ante la Justicia para que un organismo público le entregue información sobre la gestión, tal como tuvo que hacer en el caso de la Oficina Anticorrupción, que encabeza Laura Alonso.

«Este procedimiento se usa cuando los funcionarios no entregan la información que se les solicita, dilatan o interfieren en la tarea de la auditoría», enfatizó Lamberto.

En declaraciones a la radio La990, el funcionario advirtió: «esta es una instancia bastante rara, en casi tres años que estoy en la Auditoría nunca la utilicé antes».

El dirigente justicialista señaló que «en el caso particular de la Oficina Anticorrupción pasaron nueve meses sin tener respuesta, con evasivas, respuetas parciales, falta casi absoluta de colaboración para la Auditoría».

De esa forma, Lamberto se refirió a una presentación que la Auditoría Genearal de la Nación, un organismo dependiente del Congreso, realizó ante la Justicia para que la Oficina Anticorrupción «entregue la documentación» que se le solicita.

Lamberto confirmó que el control al organismo que encabeza Alonso forma parte de un plan aprobado por el Congreso.

«Al plan de lo aprueba el congreso de la nación para evitar caprichos, que alguien tenga bronca personal contra un funcionario o haya una influencia mediática para que se mire tal o cual cosa», precisó.

Indicó que «la Auditoría tiene un plan que se aprueba un año antes» y señaló que a pesar de que se presentaron varias veces para obtener información sobre la gestión en la Oficina Anticorrupción, el organismo no se las ofrece.

Lamberto indicó que «nunca» tuvo que realizar una denuncia de este tipo y que «siempre hablando con los funcioanarios y usando al congreso del intermediario» se logra contar con la documentación solicitada para el control de la gestión.